Compromisos, trabajo, trámites...
con su capa suntuosa el otoño
se instaló con gran autoridad
Insiste en llevarse mi cofre violeta
donde guardo los recuerdos
más queridos del verano,
la santarrita preciosa,
una estrella de mar
y mis amadas rosas...
Mi gato hermoso,
gordito y redondo
hoy disfrutó de la tarde y de las últimas
caricias del sol pero
ahora llovizna
y las rosas lucen como un nácar de oro.
Lágrimas de ángeles las empañan
suavemente
Las luces de la calle
ya están encendidas,
entre antiguas sedas azules
brindan las hadas bienhechoras
y una última sonrisa
regalan a mis rosas amarillas
♥ Carolina Haus ♥
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